Forjadora de sueños

En este mundo de dicotomía siempre va a haber gente que quiera verte surgir y lograr tus sueños, como gente tóxica que quiera matártelos.

Mi objetivo al escribir es expresar mi punto de vista de ciertos temas que para mí han sido de gran ayuda.  A través del tiempo aprendí que una sola palabra puede transformar mi sentir, mi vivir y más aún puede guiarme a un camino de luz en vez de seguir caminando en las tinieblas. Si al compartir estas ideas  y experiencias  alguien se beneficia cumplí con mi propósito, estoy colaborando a que sus sueños se hagan realidad, estoy forjando sueños.

Cuidado con los Matadores de Sueños

¿Para qué quieres eso?  Lo que quieres estudiar no te va a dar dinero.  No sos capaz de lograrlo, etc. Cuando oyes esas expresiones ten cuidado, pueden ser personas tóxicas, son matadores de sueños.  Recuerda: “De niño a uno le hacen – de adulto uno se deja hacer”.

-“Qué suerte que tuviste de haber nacido en los años sesenta”- me dijo un amigo el otro día, “Hoy probablemente estarían dándote ritalina”. 

Así es.  Efectivamente en la escuela era muy inquieta,  lo que  hoy día llamo Curiosa.  Quería saber el por qué de muchas cosas, le pedía a los profesores que me explicaran ya que  yo lo veía distinto. Lo definían como que los estaba cuestionando.  Si lo ponemos en esas palabras significa que se sentían amenazados con mis preguntas.  Tal vez  porque no tenían las respuestas.  Me gustaba saber más, ir más allá, porque así alimentaba mucho el deseo de realizar sueños.

En varios  ambientes me pasaba lo mismo.  Así que el preguntar era cuestionar y por consecuencia… amenazar. 

Es más fácil y socialmente aceptado definirlo como molestar pero así nos matan la creatividad, la iniciativa, la imaginación: ingredientes esenciales para soñar y alcanzar tus sueños.  

¿Cómo decidir si renunciar o no renunciar?

Con el tiempo se aprende a “callar”  para no molestar.  Como equilibrio natural se aprende a observar más detenidamente. Se aprende a escuchar entre líneas y especialmente a escuchar los silencios,  que como en la música,  los silencios son los elementos más reveladores. Son los que determinan las pausas, los suspiros, los suspensos.

Sorpresivamente y sin buscarlo en mi adultez me encontré en un ambiente que me preguntaban mi opinión y me escuchaban atentamente.  Entonces me di cuenta que mis sueños eran realizables. Simplemente tenía que buscarles un terreno fértil. Un ambiente diferente.

Es importante encontrar ambientes en los que se pueda hablar libremente, sentirse aceptado y bienvenido. Estos son ambientes con gente forjadora de sueños.   No siempre es fácil encontrar personas  que estén abiertas  y quieran compartir, alentar y escuchar aún cuando pienses diferente.

Ejemplo

Imagínese que se han  estado sembrando semillas de sandía en las montañas frías  por años y nunca germinan.  Se prueban diferentes técnicas y  definitivamente no prosperan.  Podríamos pensar que las semillas no sirven, están malas o tienen algún problema.

Efectivamente existe un problema pero no en las semillas.  La cuestión  radica en  que el terreno donde las están sembrando no es el apropiado para ellas. Cuando las semillas son llevadas y sembradas en zona cálida germinan  fácilmente  y se cosechan sandías grandes y dulces.  Las semillas están bien y el terreno está bien. Es la relación terreno-semilla lo que había que cambiar. 

Muchas veces uno cree  que UNO es  el problema. En este trayecto de un ambiente a otro,  mucha gente renuncia y no logra sus sueños. Son pocos los que perseveran y encuentran su terreno fértil.  

Conocemos popularmente el dicho  «No hay profeta en su propia tierra».  Justamente el mensaje es que el profeta tiene que buscar otro terreno para germinar.

Te pregunto: ¿Estás sembrando tus sueños en tierra fértil?