-«¿Estoy hablando en chino o qué es lo que no entiendes?»

¿Te suena familiar? ¿Te identificas?

Estamos hablando todos en español y de repente dices algo y las personas que están alrededor entienden completamente otra cosa. No porque hablemos literalmente el mismo idioma significa que entendamos los mensajes de la misma manera.

Un jefe puede dar una instrucción, y se da cuenta que cada uno la ejecuta de una manera diferente.  Cada uno de nosotros tiene una historia de vida, imaginación propia y expectativa individual lo que hace que el lenguaje que habla es distinto para cada uno.

“Llame a María por favor”.

Patricia va a ir a buscar a María, Juan le va a textear a María para que venga, Enrique le manda un e-mail,  Fernanda la llama por skype y lo que el jefe quería es que llamaran a María por teléfono. En este caso, el mensaje  que se transmitió no incluyó el cómo – entonces cada uno lo INTERPRETA según su manera de comunicarse. Lo que para el jefe era obvio (el teléfono) Hubiese sido más claro  si hubiese dicho

Llamen a María por teléfono por favor”.

Una manera que me ha ayudado a resolver esto es revisar  y confirmar preguntándole al receptor qué entendió de lo que dije. Es importante recalcar que mi cuestionamiento es para saber si me exprese bien yo y no para hacerle sentir que él es el que no entiende.

¿Qué entendió?  Quiero saber si me expresé bien.  

Y es acá donde vemos que si he sido o no  específica y clara en mi transmisión o si he  obviado ciertos detalles que di por sobreentendidos.  

Lo más importante en la comunicación es el CÓMO y no el QUÉ.  

El comunicador debe TRANSMITIR el mensaje tomando en cuenta el lenguaje del receptor.

Es decir si hablásemos literalmente de idioma este sería un ejemplo.
Si mi amigo es de Inglaterra  y solo inglés habla, yo tengo que hablarle en inglés para  que me entienda. Si le hablo en español, puedo decir todo lo que quiera  y me va a entender casi nada.

Gary Chapman en su  libro “Los 5 lenguajes del amor” lo explica muy claramente con respecto a sentirse querido. Acá se refiere al amor de pareja.  Sin embargo podemos aplicarlo a todas nuestras relaciones personales.

“¿Cómo satisfacemos la profunda necesidad emocional de cada uno  para sentirse querido? Si pudiésemos aprende eso y escoger hacerlo, entonces el amor que compartimos iría más allá de lo sentimos  que cuando estábamos enamorados”  

Gary Chapman.

Él nos cuenta en su libro que cada uno de nosotros tiene un lenguaje predominante para recibir o expresar su cariño.  Estos son:

  1. Palabras de afirmación
  2. Calidad de tiempo
  3. Regalos
  4. Actos de servicio
  5. Contacto físico

Si yo logro aplicar esta dinámica de comunicación asertiva puedo  identificar cuál es mi idioma de expresar amor y el de mi pareja o compañero, entonces será más fácil la comunicación efectiva.

Aquí te dejo un vídeo resumen del libro:

Mi idioma por ejemplo, es calidad de tiempo.  Yo valoro enormemente el tiempo que me conceden para compartir, para que me escuchen, o simplemente para que estén presentes al lado mío.
El idioma de mi marido son palabras de afirmación y actos de servicio.  Eso es su manera de expresar amor y por lo tanto es lo que valora. Así que para que el se sienta valorado, yo le hablo con reconocimiento de su trabajo, con palabras de afirmación, preparando comida y sirviendo café.  Él a su vez, aprendió a quedarse en la sobremesa- a tomarse un café 15 minutos conmigo para conversar, etc. etc. Me podría estar regalando joyas o viajes y yo estaría todavía posiblemente quejándome porque ese no es mi idioma de sentir cariño.  

Otro ejemplo:  Cuando mi hija mayor me obsequia una blusa ella tiene que escuchar … Gracias, me gusta mucho.  Cuando mi hija menor me regala una blusa, ella tiene que ver que me la pongo para saber que le agradezco y que me gusta.  Si yo lo hago a la inversa, es decir que cuando mi hija  mayor me regala la blusa solo me la pongo- ella va a sentir que no le agradezco y que no me gustó. Si solo le digo gracias me gusta mucho a la menor y no me la pongo en los días siguientes que me la regaló, va a decir que no me gustó y no se siente que le agradecí.

A nivel laboral, es importante aprender a reconocer el idioma en que nuestro colaborador, jefe, compañero de trabajo se siente aceptado y valorado para que la conducta asertiva se convierta en una dinámica de comunicación asertiva. Lo puedes hacer a través de la observación o bien, preguntar directamente.  En el libro de Gary Chapman, aparecen encuestas en las que más fácilmente te podrías dar cuenta cuál es tu lenguaje principal o el de tus colaboradores.
Este conocimiento del lenguaje  del otro se convierte en una técnica de comunicación absolutamente  eficaz tanto en el trabajo como en cualquier ámbito personal en el que te desenvuelvas.

¿Qué ejemplos puedes identificar en tu vida?

Te invito a que pienses y pongas atención ¿Cuál es tu lenguaje de comunicación para sentirte  aceptado, valorado, amado? Luego trata de descubrir cuál es el que habla la gente cercana que te rodea?

Una vez que lo descubres y decides aplicarlo verás cómo mejorarás tus relaciones interpersonales y te sentirás más feliz, tranquilo y agradecido.