Vivimos en un mundo donde tenemos infinidad de estímulos de la vida diaria, del teléfono, de las noticias – información constante que nos ofrece una gran variedad de posibilidades de caminos a andar que  nos es difícil escoger y tener claridad de cuál es el mejor  a seguir.  Esta es una situación que se agrava aún más si trabajamos en equipo pues tenemos muchas responsabilidades compartidas y metas que alcanzar.  Cada integrante del equipo tiene su propio punto de vista de la ruta a seguir y muchas veces el final es  confuso, incierto y borroso.

Para alivianar y facilitar estas situaciones, ya sean personales o grupales es importante conversar, compartir ideas e incluso dibujar cuál es la situación ideal final que queremos.  Al definir  una imagen en común, tenemos una visualización mental que alinea consciente e inconscientemente nuestros quehaceres  en el camino que nos llevará a lograr el final deseado. La claridad que una visualización creativa en forma de imagen nos brinda permite bajar la ansiedad, evitar frustraciones y conflictos generalmente creados por la incertidumbre.

Existen ideas brillantes que aparecen en el camino que  nos desvían de nuestras metas.  Si tenemos todos una visualización clara de nuestros objetivos, estas ideas brillantes que surgen son bienvenidas cuando se incorporan y nos acercan a la meta.  Si no tenemos foco ni visualización de a dónde queremos llegar, cualquier nueva y diferente idea nos va a distraer. 

Existen muchas técnicas de visualización. No hay solo una forma correcta de hacerlo. Sin embargo es recomendable definir lo que es saludable, lo que nos nutre y motiva.  Es importante visualizar lo más sano, más sencillo, más preciso – la esencia de nuestras metas.  Es tiempo de enfocarse en la imagen y el sentimiento que nos provoca la situación final deseada.   Es esta visualización creativa junto con la emoción lo que nos permitirá alinearnos y avanzar tanto a nivel personal como a nivel grupal.  

La técnica de visualización mental nos ayuda a trabajar con quienes compartimos y somos parte, con quienes disfrutamos el mismo charco y nos movemos en la misma arena.  No tenemos miedo a que nos juzguen, estamos dispuestos a trabajar con empatía y complicidad en un ambiente de aprobación mutua- sin competencia de quien gana o quien pierde. Cuando se logran las metas visualizadas creativamente a través de una imagen y emoción alineadas en común de la situación final deseada, todos ganamos sintiéndonos satisfechos y enriqueciéndonos en el más amplio sentido de la palabra.