¿Por qué nos cuesta tomar decisiones?

Cuando tomamos decisiones, queremos estar seguros que estamos haciendo lo correcto, lo que nos va a dar los resultados esperados.

Sin embargo, en el mundo de incertidumbre en el que vivimos donde todo funciona diferente cada día, nos hace consciente que  no tenemos CONTROL del «outcome», no tenemos control de los resultados. Tengo la costumbre que antes de tomar una decisión siempre me pregunto qué es lo peor que puede pasar.  Y qué haría si pasa, como medida para tomar precauciones.

Crear certeza

La manera ideal de tomar decisiones sin miedo es creando certeza que estamos haciendo lo mejor posible y decidiendo lo óptimo con:

  1. Las herramientas que tenemos
  2. La información que tenemos
  3. En las circunstancias en que estamos

Habrá quien después nos diga y recrimine por qué no hicimos de otra manera: HUBIERAS….

Lo más triste es que a veces somos nosotros mismos quienes nos decimos HUBIERA hecho esto o aquello,  qué tonto que fui, sin tan solo…

Sacamos el látigo y nos reprendemos solitos.

“Inteligente después de los hechos”  dice un dicho en hebreo.

Efectivamente es muy fácil ser inteligente después que ocurren las cosas y sabemos cómo es el resultado final.

Pero, lo que sí es importante hacer para ser de verdad inteligente, es evaluar el hecho luego que ocurrió con 3 preguntas básicas:

  1. ¿Qué salió bien?
  2. ¿Que podemos mejorar y cómo?
  3. ¿Qué tenemos que tomar en cuenta la próxima vez para evitar los errores de esta vez?

Estos pasos son un camino directo a la excelencia:

  1. Tomar la decisión.
  2. Actuar.
  3. Evaluar y afinar cada paso para corregir y seguir adelante.

Atrévete a tomar decisiones con certeza en medio de la incertidumbre.